Marihuana y embarazo: qué dice la ciencia y la ley

El consumo de cannabis durante el embarazo es un tema sensible que despierta opiniones encontradas. En esta nota, repasamos qué dice la evidencia científica actual, cómo lo abordan los sistemas de salud y qué dice la legislación en Argentina. 🌳

Hablar de cannabis y embarazo no es fácil. Es una de esas temáticas donde la ciencia, la medicina, la ley y la vida cotidiana chocan entre sí. Hay personas que lo usan para aliviar náuseas, ansiedad o insomnio durante la gestación, mientras que otros sectores —incluidos muchos profesionales de la salud— lo desaconsejan por completo.

Como en tantos temas vinculados al cannabis, hay más preguntas que certezas, y es clave tener una mirada informada, empática y basada en evidencia.


🧬 ¿Qué dice la ciencia?

Los estudios actuales sobre cannabis en el embarazo son limitados, a menudo contradictorios y difíciles de aislar de otros factores como el consumo de tabaco, alcohol o condiciones socioeconómicas.

Algunos hallazgos clave:

  • El THC atraviesa la placenta, lo que significa que llega al feto, aunque no se sabe con certeza en qué niveles ni con qué impacto a largo plazo.
  • Algunos estudios sugieren un mayor riesgo de bajo peso al nacer, parto prematuro o desarrollo neurológico alterado.
  • Otros no encuentran diferencias significativas cuando el cannabis se consume ocasionalmente o en dosis bajas.
  • El CBD aún tiene menos estudios, pero no está exento de dudas: aún no hay evidencia suficiente para considerarlo “seguro” durante el embarazo.

💡 Conclusión científica actual: la mayoría de organismos internacionales recomiendan evitar el consumo de cannabis durante el embarazo por precaución, aunque reconocen que hacen falta más investigaciones de calidad.


🤰 ¿Por qué algunas personas igual lo usan?

Muchas personas gestantes reportan usar cannabis para:

  • Reducir náuseas intensas (hiperémesis gravídica)
  • Controlar ansiedad, insomnio o dolores físicos
  • Evitar el uso de medicamentos más invasivos o contraindicados
  • Continuar un tratamiento medicinal ya iniciado, por ejemplo, epilepsia o fibromialgia

En estos casos, la decisión suele pasar por un equilibrio personal entre riesgos y beneficios percibidos, a veces con apoyo profesional, a veces desde la intuición o la experiencia propia.


⚖️ ¿Y qué dice la ley en Argentina?

  • La Ley 27.350 de cannabis medicinal no prohíbe explícitamente el uso durante el embarazo, pero tampoco lo autoriza como indicación clínica.
  • No existen protocolos oficiales para el uso en gestantes, y cada caso depende del criterio del médico o médica tratante.
  • En el marco del REPROCANN, si una persona embarazada ya está registrada como usuaria, no se invalida su inscripción automáticamente. Sin embargo, no hay lineamientos claros al respecto.
  • En casos judicializados, el uso de cannabis durante el embarazo puede ser interpretado de manera negativa por organismos judiciales o de protección de niñeces, aun cuando sea medicinal.

💬 Lo que dicen algunas profesionales

Dra. Andrea V., médica generalista:

“No recomiendo el uso de cannabis en el embarazo, pero entiendo que muchas pacientes lo eligen como mal menor. Lo importante es que puedan hablarlo sin miedo con su equipo de salud.”

Paula, doula y acompañante perinatal:

“La clave es la información. Hay gestantes que usan microdosis con mucho respeto, y otras que prefieren no consumir nada. No se puede decidir con miedo ni con culpa.”


🧠 El estigma también duele

Una de las barreras más grandes no es médica, sino social y judicial. Muchas personas embarazadas no se animan a contar que consumen cannabis, por miedo a ser juzgadas, maltratadas o incluso denunciadas.

Por eso es fundamental que el sistema de salud ofrezca escucha, contención y acompañamiento profesional libre de prejuicios, para que cada persona pueda tomar decisiones seguras, informadas y personalizadas.


🌳 En resumen: información, no imposición

No hay una respuesta única. Cada embarazo es distinto, cada cuerpo es distinto, cada contexto es distinto. Lo que sí es claro es que la desinformación y el miedo no ayudan.

La mejor herramienta sigue siendo la misma: educación honesta, acceso a profesionales formados y libertad para decidir desde el conocimiento.

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