Cultivo regenerativo: reciclar tierra y nutrientes 🌳

¿Terminaste una cosecha y no sabés qué hacer con la tierra usada? En esta guía te contamos cómo reciclarla y devolverle vida con técnicas del cultivo regenerativo: compost, microorganismos, humus y más. Ideal para cuidar el ambiente y tu bolsillo. 🌳

El cultivo regenerativo va un paso más allá del cultivo orgánico. No solo busca evitar químicos, sino que apunta a restaurar el equilibrio natural del suelo, reducir residuos y cerrar el ciclo de la vida. Una filosofía ideal para quienes cultivan cannabis con conciencia ecológica, respeto por la tierra y amor por las plantas.

Una de sus prácticas más accesibles es reciclar el sustrato después de la cosecha, en lugar de desecharlo o comprar uno nuevo. Y lo mejor es que podés hacerlo con lo que tenés en casa.


🔁 ¿Se puede reutilizar la tierra del cultivo anterior?

¡Sí! Pero no tal como está. Después de una cosecha, el sustrato suele estar compactado, empobrecido y con desequilibrio de nutrientes o microbiología. Si lo regenerás correctamente, puede ser incluso mejor que uno nuevo, ya que está más aireado y “vivo”.


🧪 ¿Qué necesitás para reciclar tierra?

  • Tierra usada del cultivo anterior (sin raíces grandes ni plagas visibles)
  • Compost casero o comercial
  • Humus de lombriz (clave para reactivar la vida microbiana)
  • Micorrizas o microorganismos eficientes (EM) (opcional pero potente)
  • Fibra de coco o perlita (para mejorar aireación)
  • Enmiendas naturales: cáscaras de huevo, ceniza de madera, bokashi, té de banana, etc.

🛠️ Paso a paso para regenerar tu sustrato

  1. Retirá restos de raíces grandes y ramas.
    Desmenuzá los grumos y eliminá partes muertas o con signos de hongos.
  2. Aireá el sustrato.
    Si está apelmazado, agregá fibra de coco, perlita o vermiculita para mejorar la estructura.
  3. Mezclá con compost maduro.
    Entre un 20 y 30% del volumen total. Esto devuelve materia orgánica y microorganismos.
  4. Sumá humus de lombriz.
    Es un bioactivador natural, rico en nitrógeno, calcio, magnesio y microorganismos benéficos.
  5. Agregá enmiendas según el caso.
    • Ceniza: aporta potasio.
    • Té de banana: ideal para preparar la tierra para floración.
    • Bokashi: para un shock nutricional controlado.
    • Harina de hueso, alga kelp, compost de café, etc.
  6. Dejá reposar al menos 15 días.
    Regá levemente y mantené en sombra o semi sombra. Durante ese tiempo, la mezcla “se cocina”, se estabiliza y se vuelve más fértil.

💡 Tip: podés tapar la mezcla con un nylon o arpillera para mantener la humedad y evitar que pierda nutrientes.


🌱 Ventajas del cultivo regenerativo

  • Ahorro económico: menos insumos, más ciclos por el mismo sustrato.
  • Menos residuos: no tirás tierra ni compras bolsas nuevas.
  • Más biodiversidad: el suelo regenerado tiene más vida.
  • Flores más sanas y sabrosas: con terpenos más definidos y sin químicos.
  • Autonomía: no dependés de insumos industriales.

⚠️ Cuándo no conviene reutilizar tierra

  • Si hubo plagas graves o hongos persistentes (fusarium, botrytis).
  • Si la planta anterior tuvo deficiencias severas no corregidas.
  • Si el sustrato está muy ácido o alcalino (ideal: pH entre 6.0 y 7.0).
  • Si no tenés cómo regenerarla correctamente (en ese caso, podés usarla para otras plantas no productivas, o compostarla).

🌳 Cuidar la tierra es cuidar todo el proceso. Y cuando esa tierra vuelve a dar vida una y otra vez, el cultivo deja de ser un ciclo de compra y descarte, y se convierte en un sistema que se regenera solo, como lo hace la naturaleza.

El cultivo regenerativo no es una moda: es volver al origen.

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