¿Qué nutrientes necesita una planta de cannabis?

Una planta sana comienza por una buena nutrición. En esta nota te contamos qué nutrientes necesita el cannabis en cada etapa de su vida, cómo identificar carencias y excesos, y cómo alimentar a tus plantas sin errores.

Uno de los pilares del cultivo cannábico exitoso es la nutrición. Como cualquier ser vivo, las plantas de cannabis necesitan una alimentación equilibrada para crecer fuertes, resistir plagas y producir flores potentes. Pero… ¿qué nutrientes son indispensables? ¿En qué momento del ciclo? ¿Y cómo saber si estamos fallando en algo?

En este artículo, repasamos lo esencial sobre macronutrientes, micronutrientes y buenas prácticas de fertilización para que tus cultivos den lo mejor de sí.


🌱 Macronutrientes esenciales: NPK

Cuando hablamos de nutrición vegetal, el famoso trío N-P-K (nitrógeno, fósforo y potasio) es la base de todo. Estos macronutrientes primarios cumplen funciones vitales en el desarrollo del cannabis:

  • Nitrógeno (N): Fundamental en la etapa vegetativa. Favorece el crecimiento del follaje, el color verde intenso y la formación de tallos fuertes.
  • Fósforo (P): Esencial en la floración. Estimula la formación de flores, raíces sanas y transferencia de energía.
  • Potasio (K): Ayuda a la absorción de agua, al desarrollo floral, y mejora la resistencia a enfermedades.

🍃 Micronutrientes: pequeños pero clave

Aunque se requieren en menor cantidad, los micronutrientes son igual de importantes. Los más relevantes para el cannabis son:

  • Calcio (Ca): Aporta rigidez celular, mejora la estructura y evita pudriciones.
  • Magnesio (Mg): Vital para la fotosíntesis; es el núcleo de la molécula de clorofila.
  • Azufre (S): Ayuda en la producción de aceites esenciales y proteínas.
  • Hierro, Zinc, Manganeso, Boro y Molibdeno: Participan en procesos enzimáticos y metabólicos.

Una carencia o exceso de estos puede generar problemas visibles como hojas amarillas, puntas quemadas, manchas o ralentización del crecimiento.


🔄 Etapas del ciclo y necesidades distintas

Las necesidades nutricionales cambian según el momento de vida de la planta:

  • Germinación y plántula: No requieren fertilización intensa. Un sustrato liviano es suficiente.
  • Crecimiento vegetativo: Alta demanda de nitrógeno para el desarrollo de ramas y hojas.
  • Floración: Menor nitrógeno y aumento de fósforo y potasio para estimular flores grandes y resinosas.

Por eso existen fertilizantes específicos para cada etapa, o bien puedes armar tus propias mezclas si cultivás de forma orgánica 🌳


🧪 ¿Cómo saber si le falta algo?

Observar las hojas es una de las mejores herramientas para detectar desequilibrios:

  • Hojas amarillas desde abajo: Posible falta de nitrógeno.
  • Manchas marrones o puntas secas: Puede ser falta de potasio o calcio.
  • Hojas pálidas entre venas: Señal típica de deficiencia de magnesio.
  • Deformaciones o necrosis: Suele ser un exceso o desbalance.

Tener un pH equilibrado (entre 6.0 y 6.5 en tierra) es crucial para que los nutrientes se absorban correctamente. Un pH fuera de rango puede bloquear nutrientes aunque estén presentes.


🌿 Orgánico vs. químico: ¿qué conviene?

Ambos métodos funcionan, y dependen de tu estilo de cultivo. Lo importante es que:

  • No sobrealimentes: menos es más.
  • Apliques con regularidad y control.
  • Observes las respuestas de tus plantas.

Los fertilizantes orgánicos caseros, como compost, humus, té de banana, purín de ortiga o ceniza, pueden ser aliados increíbles si sabés combinarlos. Además, cuidan el ecosistema del suelo y aportan vida microbiana.


Alimentar bien a tus plantas es un arte que se aprende con práctica. Escuchá lo que te muestran, y pronto vas a entender lo que necesitan 🌱

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