El aceite de cannabis es uno de los derivados más populares por su versatilidad y beneficios. En esta guía paso a paso, te contamos cómo hacer tu propio aceite artesanal de manera segura y responsable.
El aceite de cannabis se ha convertido en una de las formas más elegidas para aprovechar las propiedades de la planta, ya sea con fines medicinales o recreativos. Su uso ha crecido tanto que ya no es raro encontrar a personas interesadas en producir su propio aceite en casa, especialmente cuando se trata de un autocultivo legal y controlado.
Hoy te traemos una guía práctica para que aprendas a hacer aceite de cannabis artesanal, con materiales simples y sin complicarte. Eso sí: siempre dentro del marco legal vigente y con fines personales. No olvides que, en Argentina, el uso terapéutico está regulado, pero la producción debe estar registrada en el Reprocann si vas a cultivar.
🧴 ¿Qué es el aceite de cannabis?
El aceite de cannabis es una sustancia concentrada que se obtiene al infusionar los cannabinoides presentes en la planta (como el THC o el CBD) en un vehículo graso, que suele ser aceite de oliva, coco o incluso MCT. Se usa de forma sublingual, en comidas, cápsulas o preparaciones tópicas.
Hay muchas formas de hacerlo, pero esta es una de las más seguras y accesibles para principiantes.
🧂 Ingredientes y materiales necesarios
- Flores secas de cannabis (de preferencia, curadas y libres de hongos o contaminantes)
- Aceite portador (oliva, coco, girasol prensado en frío, etc.)
- Frasco de vidrio con tapa hermética
- Filtro (puede ser una gasa limpia, colador fino o filtro de café)
- Recipiente para baño maría
- Termómetro (opcional, pero recomendado)
🔥 Paso a paso para hacer aceite cannábico artesanal
1. Descarboxilar la materia vegetal
La descarboxilación es el proceso que activa los cannabinoides. Para esto:
- Precalentá el horno a 110–120 °C.
- Picá ligeramente las flores (sin pulverizarlas) y esparcilas sobre una bandeja con papel manteca.
- Hornealas durante unos 35–45 minutos, removiendo a mitad de camino.
2. Preparar la infusión
- Colocá la materia vegetal ya descarboxilada en el frasco de vidrio.
- Cubrí completamente con aceite, asegurándote de que no queden partes expuestas.
- Cerrá el frasco y ponelo a baño maría, con agua a unos 70–90 °C durante 2 a 3 horas.
- Controlá que el agua no se evapore completamente y que la temperatura no supere los 100 °C.
3. Filtrar el aceite
Una vez pasado ese tiempo, dejá que se enfríe un poco.
- Filtrá el contenido con una gasa o filtro de café, pasándolo a otro frasco limpio.
- No exprimás demasiado, para evitar que pasen partículas vegetales.
4. Almacenamiento
Guardá el aceite en un frasco oscuro, en un lugar fresco y seco. Si usás aceite de coco sólido, se va a endurecer al enfriar, lo cual es normal.
📏 ¿Cómo saber la dosis?
La potencia del aceite depende de la variedad usada, la cantidad de flores y el tipo de aceite. Para un uso responsable:
- Probá con una gota sublingual y esperá los efectos (puede tardar entre 30 minutos y 2 horas).
- Siempre empezá de a poco.
- Si usás cannabis con alto contenido de THC, los efectos pueden ser más intensos.
- Si buscás un perfil más medicinal, usá flores con CBD o balanceadas.
⚠️ Precauciones importantes
- No uses alcohol isopropílico, butano o solventes caseros si no sabés manejarlos con seguridad.
- No intentes hacer concentrados con métodos riesgosos en casa.
- Mantené los aceites fuera del alcance de niñes y mascotas.
- Recordá que este aceite no está estandarizado y sus efectos pueden variar.
🌳 Hacer tu propio aceite de cannabis no solo es posible, sino que te permite conocer y controlar lo que consumís. La clave está en la información, la paciencia y el respeto por la planta y por uno mismo.