La etapa de floración es el momento más esperado por quienes cultivan cannabis. Pero también es una fase delicada, donde un error puede arruinar meses de trabajo. Te contamos qué tener en cuenta para lograr cogollos potentes, aromáticos y saludables 🌳
Después de semanas de crecimiento, podas, riegos y cuidados, finalmente llega ese momento mágico en el cultivo de cannabis: la floración. Es la etapa donde la planta empieza a desarrollar sus preciados cogollos, y cada decisión que tomes puede impactar directamente en la calidad y cantidad de tu cosecha.
Pero la floración no es solo «esperar a que florezca». Requiere atención, cambios en el manejo y conocimientos específicos. En este post, te dejamos una guía práctica con consejos clave para atravesar esta fase con éxito.
🌸 ¿Cuándo empieza la floración?
En cultivos indoor, la floración se activa al cambiar el fotoperiodo a 12 horas de luz y 12 de oscuridad. En exterior, suele comenzar a fines del verano, cuando los días se acortan.
En ambos casos, la planta empieza a mostrar signos claros: estiramiento, aparición de pistilos (los «pelitos blancos»), y un cambio en la energía de crecimiento hacia la producción de flores.
💡 Luz y oscuridad: el reloj biológico
Uno de los factores más importantes es mantener un ciclo de luz constante. En indoor, eso significa:
- 12/12 horas de luz/oscuridad sin interrupciones.
- Nada de luces encendidas durante el “periodo de noche”.
- Usar temporizadores para evitar errores humanos.
Una interrupción de luz puede estresar a la planta y causar hermafroditismo o pérdida de potencia.
💧 Riego y nutrientes: menos es más
Durante la floración, las necesidades cambian:
- Disminuye la demanda de nitrógeno (N).
- Aumenta la necesidad de fósforo (P) y potasio (K), esenciales para la formación de cogollos.
Usá fertilizantes específicos para floración o abonos naturales ricos en fósforo, como guano de murciélago, harina de hueso o té de banana.
No sobrefertilices: el exceso puede quemar las raíces o alterar el sabor final.
🌬️ Ventilación y humedad: enemigos invisibles
Durante la floración, los cogollos se hacen densos y carnosos. Eso los vuelve más propensos a:
- Moho (botrytis).
- Plagas como trips o araña roja.
- Malos olores persistentes en espacios cerrados.
Para evitarlo:
- Mantené la humedad relativa entre 40% y 50%.
- Asegurá buena ventilación con extractores e intractores.
- Revisá diariamente las flores con lupa.
✂️ Podas y soporte: estructura que ayuda
Las podas en floración deben ser mínimas. Ya es tarde para podar enérgicamente, pero podés:
- Eliminar hojas que tapen flores.
- Sostener ramas con tutores o redes tipo SCROG.
- Quitar ramas bajas con poca luz (lollipopping), si no lo hiciste antes.
Esto mejora la circulación de aire y dirige la energía hacia los cogollos principales.
🕰️ Tiempo y paciencia: no coseches antes de tiempo
Uno de los errores más comunes es cosechar demasiado pronto. Aunque los cogollos se vean grandes, es clave esperar a que maduren completamente.
¿Cómo saberlo?
- Mirá los tricomas con lupa (60x). Deben estar lechosos con algunos ámbar.
- Los pistilos deben estar en su mayoría marrones y retraídos.
Cosechar en el momento justo significa más potencia, mejor sabor y mayor efecto.
🔥 Bonus tip: lavá las raíces
Una o dos semanas antes de la cosecha, es recomendable hacer un lavado de raíces con agua sola (pH ajustado), para eliminar restos de fertilizantes. Esto mejora el sabor y evita que raspe al fumar.
La floración es una mezcla de ciencia, paciencia y observación. No hay una fórmula única, pero siguiendo estos consejos, vas a estar mucho más cerca de lograr esa cosecha densa, resinosa y de calidad que todo cultivador sueña 🌳