Germinar correctamente las semillas de cannabis es el primer paso para un cultivo exitoso. En esta guía clara y simple, explicamos los métodos más usados, qué hacer y qué evitar, y cómo empezar con buen pie desde el primer día 🌳
Todo gran cultivo comienza con una buena germinación. Si estás por sembrar tus primeras semillas de marihuana y no sabés por dónde arrancar, esta guía es para vos.
Germinar no es complicado, pero hay que hacerlo bien: las semillas son frágiles y necesitan ciertas condiciones para abrirse y desarrollar sus primeras raíces. Una mala germinación puede hacerte perder tiempo, dinero y motivación, así que vale la pena prestar atención.
🌡️ ¿Qué necesita una semilla para germinar?
Las semillas de cannabis necesitan tres cosas básicas para comenzar su ciclo de vida:
- Humedad constante (sin encharcar)
- Temperatura templada (entre 20 y 25 °C)
- Oscuridad o luz tenue
En condiciones ideales, la mayoría germina entre 24 y 72 horas, aunque algunas pueden tardar hasta una semana.
📋 Método clásico: servilleta húmeda
Este es uno de los métodos más populares, simple y efectivo.
¿Qué necesitás?
- 2 servilletas de papel absorbente (sin tintas ni perfumes)
- 1 recipiente tipo tupper o plato
- Agua potable o mineral (no clorada)
- Semillas viables
Paso a paso:
- Humedecé las servilletas (no empapadas, solo húmedas)
- Colocá las semillas entre las dos servilletas
- Ponelas dentro del recipiente y tapalo (dejando algo de aire)
- Guardalo en un lugar oscuro y templado (como un armario)
- Revisá cada 12 horas. La raíz blanca debe salir antes de plantar
👉 Cuando la raíz tenga entre 0,5 y 1 cm, ya está lista para pasar al sustrato.
🪴 ¿Y después de germinar?
Una vez que la semilla se abrió, tenés que plantarla con cuidado. Lo ideal es:
- Usar un sustrato aireado (tipo turba con perlita o fibra de coco)
- Hacer un pequeño hueco (de 0,5 a 1 cm de profundidad)
- Colocar la semilla con la raíz hacia abajo
- Cubrir suavemente y mantener húmedo
En pocos días debería asomar la plántula con sus primeros cotiledones.
⚠️ Errores comunes (¡evitables!)
- Exceso de agua: la humedad es clave, pero el encharcamiento mata.
- Temperaturas extremas: muy frío o muy caliente detiene el proceso.
- Manipular la raíz: es muy frágil, evitá tocarla o moverla demasiado.
- Usar semillas viejas o mal almacenadas: pierden viabilidad.
- Apurarse a sembrar: esperá a que la raíz esté bien formada.
💡 Consejos extra para primerizos
- Germiná más de una semilla por si alguna falla
- Usá guantes limpios o pinzas estériles para manipular
- Etiquetá si usás varias genéticas
- No uses agua del grifo con cloro (dejala reposar 24 hs si no tenés otra)
- Tené paciencia: cada semilla tiene su ritmo 🌳
Germinar es un ritual de inicio, una mezcla de ciencia, paciencia y emoción. Ver nacer una planta desde cero es una experiencia única, y si cuidás cada paso, vas a estar un poco más cerca de un cultivo sano y lleno de vida.